En el sector de la construcción, la sostenibilidad ya no es una tendencia, sino una responsabilidad. Las ventanas, elementos clave en el confort y la eficiencia energética del hogar, también forman parte de este cambio hacia una economía circular, donde nada se desperdicia y todo se transforma.
Pero ¿qué significa realmente aplicar la economía circular al mundo de las ventanas?
En este artículo te lo explicamos de forma clara, práctica y con visión de futuro.
¿Qué es la economía circular?
La economía circular busca mantener los recursos en uso durante el mayor tiempo posible, reduciendo la generación de residuos y el consumo de materias primas nuevas.
En lugar de seguir el modelo lineal “fabricar, usar y tirar”, la economía circular apuesta por “diseñar, reutilizar y reciclar”.
En el caso de las ventanas, este principio se traduce en dar una segunda vida a materiales como el aluminio, el PVC o el vidrio, aprovechando su capacidad de reciclaje sin perder calidad.
Materiales de ventanas que pueden reciclarse o reutilizarse
1. Aluminio
- 100 % reciclable, infinitas veces sin perder propiedades.
- El reciclaje de aluminio consume un 95 % menos de energía que su producción inicial.
- Puede convertirse en nuevos perfiles de ventana o marcos estructurales.
2. PVC
- Cada vez más fabricantes aplican procesos de reciclaje mecánico para obtener nuevo PVC a partir de restos industriales o carpinterías antiguas.
- Se utiliza para producir marcos, juntas y perfiles técnicos.
3. Vidrio
- El vidrio reciclado (calcín) se funde para generar nuevos vidrios con la misma transparencia y resistencia.
- Además, su uso reduce drásticamente las emisiones de CO₂ durante la fabricación.
¿Qué ocurre con las ventanas al final de su vida útil?
Hasta hace unos años, sustituir las ventanas implicaba desechar grandes cantidades de material.
Hoy, gracias a la economía circular:
- Se recogen y clasifican los materiales (aluminio, vidrio, herrajes, juntas).
- Se envían a plantas de reciclaje especializadas.
- Los nuevos perfiles se fabrican con material reciclado certificado, reduciendo el impacto ambiental.
Incluso los restos de instalación, como espumas o siliconas, pueden gestionarse adecuadamente para minimizar residuos.
Beneficios de aplicar la economía circular a las ventanas
- Reducción del impacto ambiental: menos emisiones y residuos.
- Ahorro energético: materiales reciclados requieren menos energía de producción.
- Mayor durabilidad: ventanas diseñadas para desmontarse y repararse fácilmente.
- Valor añadido para el cliente: contribuye a certificaciones sostenibles como LEED o BREEAM.
- Revalorización del edificio: proyectos más responsables y eficientes.
Innovación y futuro: hacia ventanas 100 % circulares
Las nuevas generaciones de ventanas ya nacen con el ciclo cerrado en mente.
Algunos fabricantes incorporan:
- Perfiles modulares fáciles de desmontar.
- Componentes reciclados certificados.
- Sistemas de trazabilidad digital (etiquetas QR para identificar materiales y origen).
- Programas de recogida y recompra de carpinterías antiguas.
El objetivo: que cada ventana instalada pueda volver a ser materia prima cuando llegue el momento de reemplazarla.
Hacia un futuro más sostenible
La economía circular no solo transforma cómo fabricamos las ventanas, sino también cómo pensamos el hogar.
Elegir carpinterías sostenibles significa apostar por el futuro: por la eficiencia, la responsabilidad y la belleza que perdura en el tiempo.
Cada ventana puede tener una segunda vida. Y ese cambio empieza con una elección consciente.
- ¿Qué es la economía circular?
- Materiales de ventanas que pueden reciclarse o reutilizarse
- 1. Aluminio
- 2. PVC
- 3. Vidrio
- ¿Qué ocurre con las ventanas al final de su vida útil?
- Beneficios de aplicar la economía circular a las ventanas
- Innovación y futuro: hacia ventanas 100 % circulares
- Hacia un futuro más sostenible






